5 trucos para ablandar el azúcar

Si has utilizado el azúcar moreno para cocinar ya debes saber que tiende a endurecerse, quedando a veces tan duro como una piedra.

Pero, ¿por qué se endurece el azúcar moreno?

Podemos encontrar azúcares con diferentes niveles de refinado, desde el azúcar blanco al mascabado. El azúcar moreno conserva restos de melaza en su superficie, lo que le da un color más oscuro, un aroma y sabor muy particular, además de humedad.

Cuando abrimos un paquete dejamos los cristales de azúcar expuestos al aire. En su estado más fresco, estos cristales están cubiertos de melaza; a mayor pureza, más suave, húmedo y maleable es al tacto. Pero con el paso del tiempo el azúcar se va secando, la humedad de la melaza se evapora y los cristales se quedan pegados unos a otros.

¿Cómo ablandar el azúcar moreno?

Nuestro truco favorito es el más sencillo: sólo hay que añadir al recipiente donde tengas el azúcar moreno una rebanada de pan, preferiblemente tierno o de molde, o bien, unas rodajas de manzana. El envase debe estar bien cerrado y debes esperar como mínimo 24 horas; pasado ese tiempo, el pan o la fruta habrán liberado su propia humedad, que el azúcar absorbe recuperando su textura blanda.

Si lo que necesitas es para el mismo día, hay varios métodos exprés que te sacarán del apuro:

- Coloca el azúcar moreno que necesites en un bowl apto para microondas. Cubre con un paño humedecido, sin que llegue a chorrear y calienta durante unos 15-20 segundos a máxima potencia. Comprueba que se ha humedecido removiendo los cristales.
- En los casos más difíciles habrá que trabajar en varias tandas, rompiendo poco a poco los grumos sólidos con un tenedor.
- Pulveriza el azúcar con una capa muy fina de agua, procurando que salga casi como una cortina transparente y homogénea. Calienta en el microondas unos 15 segundos, remueve y repite si fuera necesario.
- Calienta el azúcar en el horno a unos 100-120ºC, aprovechando que probablemente necesitarás hornear. Comprueba cada par de minutos si se puede remover con un tenedor.
- También es posible rallarla cuando se necesitan pequeñas cantidades.

Para conservarlo correctamente y evitar el endurecimiento, lo ideal es utilizar un recipiente hermético, mejor si permite la extracción de aire creando efecto vacío.

Vía: Directo al paladar